¿Quién no ha escuchado eso de «no juegues con tu salud»? Y en función de esa máxima, casi todos nos hemos visto enfrentados a la tarea de (intentar) cambiar una conducta firmemente asentada, un hábito consolidado. Y me diréis, perfecto, pero ¿qué tiene que ver todo esto en un blog sobre reflexiones tecnológicas?
Si te interesa, sigue leyendo…