7 pasos para estudiar (con éxito) en el trabajo

A todos se nos llena la boca cuando explicamos la necesidad de documentar nuestros proyectos. Y es un hecho: nos desesperamos cuando la documentación brilla por su ausencia, por su mala redacción, su inexactitud o su dispersión. Algo de lo que ya hemos hablado, pero una de las cosas que suelen pasarse por alto es, ¿qué hacer cuando sí hay documentación?

estudiar

Me temo que todos sabemos la respuesta: estudiar, estudiar y estudiar. ¿Estudiar a estas alturas? Por supuesto. ¿Cómo? Os voy a contar cómo lo hago yo:

  1. Busco toda la información relacionada con la tarea/proyecto sobre el que me quiero documentar. Buceo en todas las carpetas compartidas, intranets, sharepoints y demás repositorios en los que pueda haber documentación al respecto. En muchas ocasiones, la documentación puede estar duplicada, triplicada, o… da igual, la recopilo. Todo lo que pueda ser interesante: manuales, hojas técnicas, informes, borradores, esquemas…
  2. Comienzo una lectura rápida para evaluar qué contiene cada documento encontrado. Y desecho los que no contengan información relevante, aquellos muy desactualizados si no aportan alguna estructura genérica que pueda extrapolarse, y los documentos repetidos. La eficiencia de esta etapa reside en la capacidad de leer rápidamente.
  3. Marco los documentos interesantes y los señalo de tal forma que se constituyan en material de obligada referencia, como una pequeña biblioteca. Ésos serán los que estudie con detalle en siguientes etapas.
  4. Localizo a los autores de los documentos más interesantes. Puede que ya no estén en la empresa, pero si alguno sigue en el proyecto, lo señalo como futuro referente de mis dudas. También busco a otros compañeros con más experiencia que puedan ayudarme en el proceso de aprendizaje.
  5. Comienzo el estudio, propiamente dicho y lo hago en un proceso al que yo denomino “estudio en cremallera espiral”: combinando aspectos teóricos y prácticos alternativamente, y volviendo sobre ellos constantemente, ampliando en cada pasada los conceptos que intento retener.
  6. Cuando ya tengo una idea general de lo estudiado, he hecho mis pruebas y tengo dudas fundamentadas, consulto con mis compañeros y expertos (muchos identificados en los pasos anteriores) y así voy ampliando mi conocimiento de la materia.
  7. Redacto nueva documentación si hay aspectos interesantes que no están recogidos (o no he encontrado) y lo pongo a disposición de los demás por si les fuera de utilidad.

De todo lo anterior, yo destacaría dos puntos: la habilidad para recopilar información y la capacidad para ir intercalando estudio y práctica. Esto último es especialmente interesante en entornos productivos en los que desde el principio es necesario ir aportando valor, y en los que no se puede dedicar al estudio unas semanas previas. Intercalarlo hace que se pueda ir avanzando con resultados reales, a la vez que se incrementa el conocimiento poco a poco. Pero se haga como se haga, lo importante es no olvidar que para ser (o continuar siendo) un buen profesional también hay que seguir estudiando.

Image:’reader’ | Found on flickrcc.net


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