Compromiso y Tecnología: Claves en la definición de ePaciente

¿Alguna vez has buscado síntomas de una enfermedad en Google? ¿Has buscado el nombre de un medicamento y sus efectos secundarios o interacciones? Si la respuesta es afirmativa, tengo que decirte que has actuado como un ePaciente.

No descubro nada nuevo si afirmo que Internet ha cambiado nuestra manera de comunicarnos, y eso incluye nuestra relación con la salud. Cada vez es más frecuente que al recibir un diagnóstico o notar determinados síntomas, busquemos en la red posibles causas, testimonios de otros pacientes, segundas opiniones, informes e investigaciones, efectos de tratamientos, contraindicaciones… Pues bien, todo esto hace que podamos referirnos a un nuevo tipo de paciente al que se ha llamado ePaciente que domina las nuevas tecnologías y las usa para informarse sobre su salud y la de sus allegados.

Hay estadísticas que indican que más de un 60% de los usuarios de internet ha buscado en algún momento información sobre su salud o la de sus familiares y amigos. Y que muestran que, en general, un ePaciente puede  usar las tecnologías de la información para cuatro aspectos básicos:

  • Buscar información sanitaria.
  • Compartir experiencias con otros pacientes.
  • Seleccionar el profesional al que van a acudir.
  • Consultar en la red con profesionales.

Leyendo artículos sobre este tema, lo que más me ha llamado la atención es que se puede distinguir dos rasgos fundamentales en estos pacientes: su compromiso proactivo con el cuidado de la salud y el uso que hacen de las nuevas tecnologías.

Lo del uso de la tecnología está claro, pero es el compromiso con su salud lo que más me llama la atención. ¿Por qué? Pues porque enlaza con la cultura de salud que va más allá de la eliminación de trastornos y enfermedades, en la línea de la definición de salud de la OMS.

Que los pacientes usen la tecnología para informarse, ponerse en contacto entre ellos o con los profesionales sanitarios, no me llama tanto la atención porque es una consecuencia del acceso que tenemos a tecnologías que facilitan la comunicación.

Lo verdaderamente importante para mí es la motivación que subyace en ese uso de la tecnología: el deseo de hacerse cargo del problema (propio o ajeno), las ganas de colaborar, de tener más control sobre lo que nos sucede, de ser proactivos como pacientes y no solo pacientes espectadores de nuestros procesos de salud. Un deseo que seguramente fuera similar y estuviera presente también en las personas que en el siglo XIX ni soñaban con que la sanidad pudiera ser como la conocemos actualmente en España. Y la tecnología actual es la que nos permite, por fin, poder ser más participativos, más comprometidos.

Visto lo anterior, los ePacientes se posicionan como colaboradores fundamentales de los médicos para buscar, en conjunto, soluciones a los problemas de salud.

Pero, ¿todo el mundo quiere hacerse cargo de su salud? ¿Todo el mundo está dispuesto a aceptar ese grado de compromiso? Pues está claro que no, y como ejemplo os remito a este post de Pediatra caser@. En él se refleja perfectamente que no todo el mundo está dispuesto a aceptar ese grado de compromiso necesario para formar la ecuación del perfecto ePaciente.

Visto todo lo anterior, se plantean muchas cuestiones muy interesantes sobre los nuevos ePacientes: ¿cuáles son los retos de este nuevo tipo de paciente? ¿Con qué impedimentos se encuentra? ¿Cómo participa la tecnología en este cambio? ¿Estamos ya preparados para lo que algunos ya han denominado “Medicina Participativa”?

Como véis, es un tema amplio, de actualidad y que constituye un futuro que ya comenzamos a transitar como presente, así que hablaremos largo y tendido de estos temas en siguientes entradas.


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