Como Trabajo Fin de Máster (TFM) del Máster en Psicología General Sanitaria, realicé un trabajo de investigación en el que estudiaba si existía relación entre factores de personalidad y distintos grupos profesionales del ámbito sanitario. Es probable, que si me conoces personalmente, participaras en la encuesta. En su momento comenté que expondría aquí los resultados cuando terminara el máster. La defensa de este trabajo fue muy bien (¡Sobresaliente!), así que ha llegado el momento de mostrar los resultados.
La hipótesis central que se sostiene en el trabajo es que sí existe relación entre ciertos factores de personalidad y los grupos profesionales. Además, también se sostiene que pueden existir diferencias significativas entre grupos de profesionales sanitarios y dentro del mismo grupo profesional atendiendo al género.
En la investigación participaron 180 personas de los cuales algunos pertenecían a grupos sanitarios y otros no, así nos permitía hacer las comparaciones oportunas.
Si participaste en el trabajo, tuviste que rellenar una encuesta que te llegaría por whatsapp o por alguna otra red social. En ella se implementaron dos escalas. Una es la BFI (Big Five Inventory) que evalúa cinco aspectos de la personalidad (los cinco grandes, se les llama) que son la apertura a la experiencia, la extroversión, la escrupulosidad, la amabilidad o afabilidad y la inestabilidad emocional (neuroticismo). Es muy corta y es autoadministrada. Añadimos también una escala específica para ver el grado de perfeccionismo ya que sospechábamos que esto sería relevante en nuestro estudio. Esta escala APS-R (Almost Perfect Scale Revised) mide lo que llaman Altos Estándares, Orden y Discrepancia.
Los factores del BFI son muy conocidos, concretamente como los Cinco Grandes de la personalidad. Brevemente, te explico qué significa cada uno de ellos pero si te interesa, te invito a que busques información en fuentes más académicas.
Apertura a la Experiencia: Es la disposición a ser creativo, curioso y abierto a nuevas ideas.
Escrupulosidad (a veces lo denominan, ser concienzudo): Está relacionado con la organización, la responsabilidad y la autodisciplina.
Extroversión: Se relaciona con la sociabilidad, la energía y la tendencia a buscar la interacción social.
Amabilidad o Afabilidad: Está muy relacionada con la empatía, la compasión y la preocupación por los demás.
Neuroticismo (Estabilidad Emocional): La capacidad para manejar el estrés, la ansiedad y las emociones negativas. En este caso, bajo neuroticismo es alta estabilidad emocional.
Como ves, no hay nada bueno o malo, simplemente son disposiciones de la personalidad que se han clasificado así.
Además de lo anterior, buscamos una escala que diera cuenta del perfeccionismo. En nuestro caso elegimos el APS-R con tres escalas:
Altos Estándares: Tiene relación con las metas de calidad que nos ponemos, con la necesidad de cumplir las expectativas (de amigos, familia, o de la sociedad en general). Pero también tiene que ver con la motivación para lograrlo.
Orden: Necesidad de mantener un alto nivel de organización y orden.
Discrepancia: En esta escala se engloban los aspectos más negativos como son dudar de la calidad de lo que hacemos, y la preocupación por los errores que se cometen.
Desde el punto de vista estadístico -una vez que tuvimos todos los datos- hicimos varias cosas. En primer lugar seleccionamos los grupos que tenían suficiente N (número de personas) y éstos fueron: Mujeres sanitarias vs No Sanitarias, Hombres Sanitarios vs No Sanitarios, Mujeres médicos vs Mujeres enfermeras y Médicos mujeres vs médicos hombres. Y por supuesto, el análisis general de Sanitarios vs No sanitarios. Se realizó un estudio de estadística descriptiva, analizamos la normalidad, varianza y los estadísticos necesarios para saber si las diferencias eran estadísticamente significativas. Y además, añadimos un tercer paso con modelos de regresión logística para determinar si había factores principales relevantes. Esto es útil para determinar qué factores son los que más influyen en cada grupo.
Muestro un ejemplo de los resultados del estudio con el grupo general, en el que se veía ya que los factores de Escrupulosidad (BFI) y del Orden (APS-R) eran significativos. Para todo el estudio estadístico utilizamos el lenguaje R aunque también podríamos haber utilizado SPSS.
Lo interesante es que se van confirmando las hipótesis que sostienen el trabajo: sí existen diferencias y son estadísticamente significativas.
En el caso de las comparaciones entre ser o no sanitario para el grupo general vemos que los factores distintivos son la escrupulosidad y el orden. Ambos conceptos (cada uno de una escala) están ligeramente interrelacionados. Y lo que dicen los resultados es que los sanitarios puntúan más en esos factores que los profesionales que no son sanitarios.
Cuando se estudian a las mujeres sanitarias frente a las que no lo son, vuelven a aparecer la escrupulosidad y el orden -como en el caso general- pero aparecen también la Amabilidad en la que puntúan más las sanitarias y sin embargo, puntúan más en Discrepancia las no sanitarias. La Discrepancia sería aquel aspecto de la personalidad relacionada con el perfeccionismo en su faceta más negativa (sentir que no llegas a tus propios estándares de excelencia, por ejemplo).
Por último, entre los hombres sanitarios y no sanitarios no aparecieron diferencias significativas en ningún factor, aunque el modelo de regresión logística apuntaba a que los sanitarios varones tienen más discrepancia y menos neuroticismo (serían más estables emocionalmente, aunque sentirían que no llegan a sus propios estándares de perfeccionismo). Este resultado es curioso porque por la naturaleza de nuestra muestra, viene a ser comparar con médicos e informáticos.
Después analizamos el segundo objetivo: si había diferencias entre grupos profesionales sanitarios. La verdad es que la muestra era muy reducida para hacer un estudio amplio y al final solo pudimos comparar entre las mujeres enfermeras y médicos. Lo que encontramos es que los factores en los que se diferencian son el neuroticismo y la discrepancia. Las mujeres médicos puntúan más alto en ambos factores y los modelos de predicción logística lo corroboraban.
Por último, investigamos si había diferencias si atendíamos al género dentro de un mismo grupo. De nuevo la limitación en el número de participantes nos obligó a considerar solo el grupo de médicos, distinguiendo entre hombres y mujeres. Y encontramos que para los médicos, el factor en el que puntuaban más las mujeres era el de neuroticismo.
Un dato curioso es que hubo un factor que no intervino nunca en estas distinciones y es el de apertura mental. Ningún grupo se diferenció entre sí por este factor.
Por supuesto, un estudio como éste cuenta con una serie de limitaciones importantes que hay que tener en consideración.
La principal es que sería necesaria una N mayor para todos los grupos pero especialmente en algunos grupos profesionales como el de farmacéuticos cuya representación fue muy pequeña. En cuanto a los estudios diferenciando entre hombres y mujeres, hay profesiones donde esto es muy difícil, como por ejemplo en la enfermería donde la mayoría son mujeres. Tampoco se pudo estudiar nada relacionado con las edades porque casi todos los participantes fueron del mismo grupo etario (lógico, porque el diseño del muestreo por bola de nieve hace que hayan participado contactos míos, y contactos de mis contactos… lo que hace probable que sean similares a mi propio grupo etario). En cuanto a las especialidades, casi no tuvimos información al respecto. Desde el punto de vista más técnico, lo ideal sería utilizar por ejemplo un inventario como el 16PF-R que fue nuestra primera opción pero al trasladarlo al formulario online su cumplimentación se nos iba de tiempo (más de 30 minutos, lo que en el mundo online es una eternidad, y tuvimos que descartarlo).
Creemos que este estudio, a pesar de las limitaciones anteriores, cuenta con fortalezas interesantes:
En un trabajo académico limitado como éste sí hemos podido demostrar la existencia de relaciones significativas entre grupos profesionales y factores de personalidad a pesar de utilizar inventarios breves. Nuestra intuición sobre el perfeccionismo y el incluir un inventario específico fue muy útil. Y proponemos algunas lineas de trabajo (quién sabe si para el doctorado!) sobre el estudio de si estas diferencias son previas a la elección profesional o se exacerban con la práctica profesional; estudiar si las especialidades tienen un peso significativo y por último, diseñar nuevas investigaciones para relacionar todo esto con síndromes y trastornos que este tipo de profesionales (y otros!) puedan sufrir para ayudar a estudiarlos y proponer alternativas de solución.
Si participaste en el estudio, ¡te doy las gracias de nuevo! ¡Este trabajo no hubiera sido posible sin tu ayuda!
Si tienes alguna duda o quieres ampliar información, no dudes en contactar conmigo y estaré encantada de que hablemos.